MI PUEBLO
MI PUEBLO Y YO, BUENOS Y VIEJOS AMIGOS. Mi Pueblo y yo, buenos amigos desde siempre, los dos, nos estamos haciendo viejos.
Hoy me siento en los mismos laeros de antes y dirijo la mirada al mismo sitio de siempre: La Torre. Pero ni mi vista es la misma ni el paisaje tampoco.
Con los años y por los años, y hoy doy gracias a Dios, no veo bien ni de lejos ni de cerca y, así, ni veo bien cómo mi Pueblo se va muriendo poco a poco ni cómo yo voy envejeciendo y no veo ni mis propias arrugas.
Pero, viendo poco, esta mañana, cuando apenas el sol empieza a querer salir tímidamente, me he sentado en el laero de la era que hay delante de la casa de quien fué “Josillo el Peo” que en paz descanse y he visto como esta vez ha cambiado más el paisaje que mi vista:
Y echo de menos la imagen que, delante de la torre, en otros viejos bocetos, ponían la parte trasera de las casas que fueron de Gonzalo Galera y Magdalena (después de D. Félix) y que han sido sustituidas por nuevas viviendas que aparecen en este nuevo boceto (y, desde aquí, quiero dar las gracias al constructor y al arquitecto del proyecto por poner cubiertas de teja árabe y no uralitas ni chimeneas de aluminio, y diseñar una fachada que, parecida a la del ayuntamiento, dá más belleza a la plaza).
Y ha desaparecido también la casa de Antonio Gavilán (donde siempre estuvo la zapatería) hoy convertida en solar.
Y quedan todavía la casa de José María el de la tienda, vieja y algo abandonada su fachada aunque bonita y que siempre me gustó pintar quizá por sus balcones de mármol blando y sus persianas, y, enfrente, la casa de José “el de la cuesta” o “el de Teodora”, donde tuvo su primera tienda y donde, con su mujer, Rosa, vendía de todo.
Y también, aunque condenadas a la desaparición y al olvido, la casa de José María Camacho, la de Las Urbanas, la de Juanico “el follollo”…que aún permanecen en pié, quizá por poco tiempo, como viejos guerreros heridos de muerte.
Mi Pueblo y yo, buenos amigos, nos estamos haciendo viejos, pero cuando yo falte, cuando faltemos todos, por encima de estos alcaldes ineptos y estos políticos de pacotilla, de pequeños favores para sus grandes beneficios, por encima y a pesar de todos, MI PUEBLO SEGUIRÁ VIVIENDO.